¿NOS ESCUCHAMOS EL CORAZÓN?

Nuestra nota tuvo resultado, al día siguiente ya teníamos en clase dos estetoscopios para poder escucharnos el corazón y un pulsómetro para medir su velocidad. Y claro nos pusimos a escuchar en corazón de los compañeros y el suyo, que también les interesaba.




Víctor se dedicó a tomar el pulso al resto de sus compañeros, nos fue informando de la velocidad de los corazones de cada uno y el de Paula va muy rápido.




Al día siguiente repetimos con el equipo de los unicornios que no había podido escuchar el corazón, pero no nos quedamos ahí. Y si salimos a correr al patio ¿Qué le pasará a nuestro corazón?


Los corazones ahora iban acelerados, latían tan fuerte que no nos hacía falta el estetoscopio. Se podían sentir hasta con la mano. 
Y decidieron que había que correr una y otra vez la pista que además de divertido hemos aprendido que es bueno para el corazón.
Gracias a nuestras enfermeras favoritas, tendréis noticias nuestras.





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